25 noviembre 2008

Las Animas del Terror

Mi hermana y yo gritábamos al unísono “el de las películas” justo cuando alguien tocaba el timbre del palacio entre las 10 am y 12 pm.

Es de conocimiento público mi desagrado por las películas de Disney. La mayoría de ellas por lo menos me desagradan al grado de que me pongo a transpirar y a desesperar cuando las veo. Hay una que me gusta sin embargo, que puedo ver y ver y ver, Alicia en el País de las Maravillas. Hay otra que disfruté mucho por el contexto en el que la vi, Robots. Del Libro de la Selva me gusta la voz y las canciones de Baloo (Germán Valdez TinTan). De otra más en particular me fascina una escena: la borrachera en Dumbo. La escena de los elefantes rosas de niño me daba muchísimo miedo, la veía muy seguido en su formato Beta.

Es curioso, que recuerde tan bien mi niñez, el wey que pasaba todos los domingos por LE a vender y cambiar películas en formato Beta y poco después también VHS, le decían “el charly” y bueno no sé por qué me acordé de esto, pero era curioso el sujeto, en lugar de canturrear alguna estupidez tocaba los timbres de las casas y ofrecía sus servicios. Tenía un chalequito negro y una camisa polo, siempre con lentes oscuros y pantalón de mezclilla, de unos 1.70 de estatura, tal vez menos, eso fue por allá de 1990. Bueno a este sujeto mi papá le compró, en un solo casette formato Beta, una colección bastante buena: Dumbo, Alicia en el País de las Maravillas y además unos cuantos episodios navideños de Chip n’ Dale y un episodio de Goofy. Toda esta mágica colección por el módico precio de 50 mil pesos (bastante caro en esa época sobre todo). El pobre charly casi quiebra al llegar el primer videoclub a lomas estrella, un videocentro (que en paz descanse) ahí en dalias, justo en las instalaciones del Dalias gym, dirigido por Memo y atendido por Esmeralda que después serían novios y luego esposos. Al año, las noritas (apodadas por los Rodríguez Betancourt como las gordas), abrirían su propio videoclub bajo la franquicia videovisión; atendido por Afrodita (ahí rentaba videojuegos de NES, mi favorito era el Castlevania Simon Quest’s), justo detrás de la primer tienda en todo LE, la tienda Noritas. La apertura de este videoclub sería la quiebra total de nuestro amigo charly, sus cajas de cartón con unas 30 películas en cada una no eran competencia de los estantes con cientos de filmes ya no solo en formato Beta sino VHS, el ganador de esta guerra de formatos a finales de los 80.

Por si fuera poco, justo atrás del videovisión de Afrodita, por allá del año 93, un nuevo charly abriría su propio videoclub, con un pequeño cuartito acortinado dedicado apelículas XXX. El sujeto llamado charly fue muy amigo del Fish (mi mejor amigo, Q.E.P.D.), y pues obviamente también mi amigo, ahí veíamos películas porno, desde las de Jenna Jameson hasta hentai (Urutsukidoji).

Con el tiempo el videocentro de dalias se convertiría en el Dalias Gym, el videovision de Afrodita sería traspasado y se llamaría videoclub Cine Mexicano (aun existe, ahora está sobre Tecnicos, en el patio de Violeta). El videoclub de Charly (el otro, no el que me le vendió Dumbo a mi papá) fue absorbido con los años por el Videoclub Cine Mexicano. De los dos charlys nunca más supe nada. Pero aquí está la escena de Dumbo que tanto influyo en mi juventud, y que tanto me gusta, gracias al charly por rifársela por todo LE con dos cajas repletas de videocasetes, vendiendo y cambiando bajo el intenso sol todos los domingos durante poco más de un año.



¿Quién es? ¿Quién va?
Ya empiezan a desfilar
vienen ya, mira qué saltos dan.
Serán quizá
parientes de Satanás.
Ya están aquí,
en torno a la cama van
al revés, como acróbatas,
terror me dan, me quieren enloquecer.
Qué voy a hacer Ya no lo se
ya no me puedo embriagar
al que abusa del licor se le aparece
una visión son elefantes en color
que espantan y dan terror.

yo que al diablo desafié
y la cola le arranque...
los paquidermos tricolor
han hecho que pierda mi gran valor
Hay que horror
Déjenme en paz no puedo mas
ya se van ya se van las animas del terror
las animas las animas del terror!


Analizando la letra uno puede deducir porque es una escena tan terrorífica para un niño de 5 años, es realmente una obra de arte el doblaje de esta canción; la letra de la versión en inglés “Pink Elephants on Parade” no es para nada la onda.

1 comentario:

walta dijo...

El videoclub del charly rifaba.

Recuerdo su venta d eliquidaciòn de videojuegos cuando cerró, fue la onda.

Dberiamos hacer un estudio antropológico de L.E.