16 enero 2006

True love waits

Despierto aún con los efectos de la pseudoefedrina agolpandose contra mis sentidos, la hora? las 7 apenas, demonios, no pensaba despertarme sino hasta las 9:30, ya no puedo dormir de nuevo, demasiado tarde, ya está en mi cabeza....

Anoche quedamos que vendría a mi casa a escuchar un ensayo de mi banda, afortunadamante no puedo contactar a todos los miembros de iceberg, afortunadamente por que en una platica con una gran amiga de la cual busque sabio consejo para mi situación llegamos a la conclusión de que debería de verla a solas, no en un cuarto rodeado de hormonas masculinas. Así pues le llame y le hize saber los cambios de planes, me llamaría a las 10:00 am para confirmar, yo pasaría por ella e iriamos a comprar su boleto de regreso... nada aún, sus deseos siguen siendo misteriosos para mi, pero la esperanza muere al ultimo.

Su mensaje llega tocando las treinta para las diez, respondo a el, y en una hora estoy listo, en el camino seguia esbozando mi pensamiento una manera de expresar mis verdaderos sentimientos, anoche se enteró de manera algo abrupta de que yo estaba libre, por lo menos fué por mi boca, que, debido al miedo y la confusion casí se queda callada, error que me hubiese costado muy caro.

A veces me sorprendo de mi suerte, retomando mi relato en realidad no merecia ni estar a 100 metros de ella, anoche fue uno de los momentos más procelosos de mi existencia al verla llevandose tan bien con un gran amigo, al contarme todas las aventuras que pasó sin mi, al contarme que se la habia pasado en el DF de una manera exelenete, estaba sintiendo algo que nunca en mi vida me habia tocado, deseaba estár en los zapatos de todos y cada una de las personas que vió y conoció, estaba celoso, un sentimiento que por su naturaleza puede llegar a ser malo, en mi por suerte se represento humanamente y logre controlarlo, sobre todo por que yo era el propio culpable de mi tormentoso estar. Asi continuamos el día, como dos buenos amigos que discutieron meses atras y dejaron de hablarse, se tienen que decir algo pero no se atreben, eludiendo cualquier tema que reviviera el pasado, platicando solo del presente y del futuro, y aquí es donde la suerte me sonrie por enecima ocasión: ella se va a hasta el viernes.

Todos estamos conectados, todos somos parte de algo, un conjunto de entes donde el ente más importante llamado ser somos nosotros, no puede haber una definición del ser aislada de otros entes. Esta conección universal nos dice que todo lo que alguna vez quisimos ser o quisimos tener ya lo somos o ya lo tenemos, es una manera bonita de ver la vida, para algunos mediocre pero la coneccion está ahí, la materia no se crea ni se destruye solo se transforma, cada atomo de nuestro cuerpo fue forjado durante el Big Bang, y no estoy diciendo de que estemos siendo o no controlados por el destino, simplemente que todos somos parte de una sola naturaleza y que por muy pequeña que sea nuestra conección con alguien o algo esta existe. Lo siguiente era averiguar mi posición con ella y en un restaurant de fast food despues de vagar por la glorieta insurgentes, el centro historico y bellas artes, se lo dije a la vista de los residuos de nuestra comida que ninguno de los dos logramos terminar: todavia me gustas... me gustas mucho.

Su respuesta fue la duda, mejor respuesta no pude tener, pues me demuestra su inteligencia y capacidad de entendimiento, alguien sin materia gris hubiese respondido enseguida para bien o para mal, pero bajo las ciscunstancias la duda era la mejor respuesta pues ella lo pensaria profundamente y nunca llegaría el dia de su arrepentimiento pues al disipar la duda esa respuesta sería suya y de nadie más. Fuimos al cine ya agarrados de la mano, recorrimos el centro comercial sin comentar mucho al respecto sobre nosotros, sin embargo las ideas se aglomeraban en nuestra cabeza, en nuestro cerebro se aclaraba todo, lo que fué, será y es para nosotros dos.

Yo tambien te quiero mucho, me dijo en el camino de regreso sin soltarme la mano apenas volteando a verme con sus profundos y oscuros ojos, detuve nuestro andar la mire y la bese. No hay palabras en nuestras decenas de lenguas que describan aquel primer beso, fue un momento tan eterno y fugaz, pasional y sublime, estabamos conectados y así seguiremos.

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