28 julio 2005

For a Fan

Llegamos algo empapados a la recepción donde entregue los boletos y rayaron mi nombre en la lista de invitados escrita a mano. Había estado lloviendo durante la tarde y la noche por lo que esperamos a que la lluvia fuese despreciable para salir y recorrer el trayecto de 2 cuadras y media de mi casa al salón, mientras caminaba esquivando charcos y tratando en balde de que el regalo no se mojase me di cuenta que había olvidado por completo ponerle etiqueta a dicho presente.

-Wey, que pendejo, no le puse etiqueta.
-Ya ni pedo, además ¿Quién mas le regalaría algo así?

El salón estaba casi lleno, habíamos llegado un poco tarde, aunque para estos menesteres llegamos justo a tiempo, nos acompaño una señorita hasta la mesa 24, apenas me senté, levantando la mirada observe enfrente de mi a un viejo conocido. Bastante amable se levanto de su lugar para estrechar mi mano y seguir el viejo ritual del “hola ¿como has estado?” Examinando las demás caras en el salón noté que Mario no era el único conocido, media Lomas Estrella estaba ahí, Walter comentó que mientras nos mostraban el camino a la mesa 24 le había parecido oír que alguien lo llamaba. No era de extrañarse pues la festejada ha radicado en Lomas Estrella gran parte de su vida.

De inmediato retiré la servilleta que obstruía la entrada de hielos, alcohol y refresco al vaso que me correspondía por tener un asiento reservado en la mesa 24. Minutos después mi deseo fue concedido y el mesero sirvió hielos, tequila y fresca en cantidades iguales para mí y para Walter. Empecé a beber mientras disfrutaba de la parafernalia clásica de los XV años, una combinación que saca las mejores partes de los programas de concursos, los talk-shows y los programas de variedades, tenemos música en vivo, concurso de porras, maestro de ceremonias que no es mas que un presentador cualquiera, imitadores, globos, bailes, etc. Como sea aun no me siento capaz de criticar a la institución más importante y poderosa de todos los tiempos y además tuvo sus cosas buenas como el brindis o el vals, no por la calidad del baile sino por poder apreciar el diamantino brillo de la XVañera. El anfitrión presentó a la festejada y sus 4 acompañantes conocidos como chambelanes mientras estos hacían su entrada bailando al son de “The Scientist”. Después llegaron sus padres y padrinos. Hubo un momento en ese lapso donde ella agitó su mano en mi dirección saludándome por supuesto no quise pensar egoístamente que era a mi a quien saludaba y le conteste tímidamente dicho gesto con la duda aun ahora si se dirigía a mi o alguien más. En las pantallas en cada extremo del salón apareció una seriación de imágenes de los momentos pasados de la festejada a manera de presentación multimedia proyectando fotografías que me resultaban un tanto nostálgicas por el hecho de que ya había visto la mayoría de ellas alguna vez y ya las había asociado con una historia cada una de ellas. La proyección se alargo aproximadamente 8 minutos con 39 segundos separándola en dos partes, la primera acompañada con el nostálgico casi melancólico ritmo de “What if” siguiendo con un contrastante cambio al emo rock de “Mr. Brightside” fue en esta segunda parte donde mis sentidos sufrieron un golpe subliminal al mostrar dentro de una serie muy aparte de lo que parecían ser los gustos de la XVañera en cuanto a hombres, autos y música la imagen de un témpano de hielo sobre el mar, un iceberg, fue en ese momento cuando recibía la gama de colores de la imagen y traducía el mensaje que representaba que segundos después vendría totalmente desencriptado por la muestra del logotipo diseñado alguna vez por Erick para la banda. Ahí estaba, decía sobre una pantalla Iceberg a los ojos de docenas de desconocidos, aun sentía escepticismo, ¿estaba alucinando? pero en el momento en el que voltee hacia ella a festejar el gesto que hizo por iceberg al incluirnos en dicha presentación me di cuenta que era totalmente real pues también festejaba al unísono con nosotros.

Continué con el viejo y conocido ritual de hielos, alcohol y refresco durante toda la velada discutiendo la mayor parte del tiempo sobre temas ininteligibles para el momento y tal vez criticando un par de cosas de la arquitectura del salón mientras observaba consternado al grueso de invitados bailar escuchando y sintiendo el ritmo popular de el grupo versátil “huella digital” que repitió su nombre megalocuánticas veces provocando que se me pegase como estrellita en la frente. Un abrazo y un beso en la mejilla recibí de ella que venia empapada de sudor por el conjunto de emociones y nervios que produjeron el aplauso y ovación de su auditorio, y el vals y baile que con devoción ensayo en durante 16 sesiones y que resultó un espectáculo perfecto para los presentes. Palabras y un abrazo más pagaron con creces el ínfimo detalle que qué le obsequié, marchándose a atender a los demás me quede pensando gran momento si fue ese el mejor abrazo que yo halla recibido, por que me dejo pasmado el calor y la presión ejercida por sus brazos y juvenil cuerpo. Di un largo sorbo y otro más, seguía en la amena charla en la mesa 24, rechazando múltiples invitaciones a bailar por el miedo de abandonar la rutina de hielos, alcohol y refresco que me mantenía entretenido y ocultaban mis problemas y dudas existenciales que tanto me asedian durante las noches y mañanas, la decidía adolescente aun me persigue rencorosa. Acabose la fiesta yo ya estaba listo para abandonar el salón y continuar con el viejo ritual en la casa de los padres, ritual que se interrumpió cruelmente durante unos tres cuartos de hora, dándome tiempo de alcanzar una sobriedad mas o menos estable. Su hermano me saludo a mitad de la celebración, sabia que era su hermano por que fue el penúltimo que bailo el vals con ella antes de que su padre entrase a cerrar dicho evento. Un antiguo compañero músico de la misma escuela que se encontraba disfrutando placidamente a una mesa de nosotros con los que parecían ser sus invitados. Arribamos a la casa de sus padres arriando las cajas de que contenían ron, tequila y obsequios. Hable con ella por tercera vez en el salón antes de partir acompañándome con una copa de hielos, ron y coca también conocida como “cuba”, un momento bastante agradable y natural, comentando los sucesos de un sábado anterior; no pude evitar extasiarme al ver su contrastante infantil y juvenil rostro que mostraba una verdadera sonrisa mientras su rizado artificial rozaba su blanquecino cuello. Ya en la casa de arquitectura moderna y agradable pasamos al traspatio donde apenas tuve el honor de degustar dos copas de mi viejo y conocido amigo, no me molesto la falta de alcohol en mi sangre ni la impertinencia de los amigos de Citlali, ya que puede disfrutar observando como la etílica bebida había ya dominado su cuerpo, disfrutaba de sus nuevos y atrofiados sentidos sin importarle más que la manera en que ahora podía apreciar el entorno a su alrededor en ese viaje que desconecta a su yo conciente y se deja llevar por el subconsciente que ahora domina sus extremidades, sus expresiones y sus palabras. La segunda vez que hable con ella fue cuando me presento a sus amigas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

well....
ke shido ke los integrantes de Iceberg (o al menos dos) se tomen un tiempo y escriban un poco de lo ke fué mi fiesta....estoy verdaderamente agradecida por haber contado con su presencia... pero sobre todo kurko, mil gracias (de nuevo) por el regalo ke me diste, esta super chido y realmente lo disfruté.... wow! me alegra saber ke te la pasaste chido, siguiendo tus costumbres y rutinas (hielo, tekila y refresco)...

thnx a lot 4 everything!!!
Hugs.....lo ke me recuerda....obviamente sin duda fué el mejor abrazo ke has recibido (o dado) y si no es el mejor....por lo menos es uno de los top5 abrazos ke se pueden recibir (o dar)... je je je

Anónimo dijo...

pues no tengo muchas ganas de insultarte... solo que ya no me invitan a sus fiestas!!!!! :@
Es cagado que solo tengamos comunicación por acá... además que tu siempre andas en la red y yo paso una gran parte de mi tiempo aquí y jamás nos saludamos en el msn jajaja